Madrid es de esas ciudades en las que perderse es un placer para los sentidos. concretamente la zona de Madrid Río y el Matadero es una de las más bonitas de la capital. Precisamente allí nos hemos citado con Pablo Laporte, el creador de Big Bang Story Club. Este aventurero, pamplonica de 32 años y afincado actualmente en Madrid, ha recorrido medio mundo recopilando experiencias:
Hace tiempo hizo el petate para vivir en Australia donde, acumuló gran cantidad de vivencias que próximamente va a publicar en un libro. Después aterrizó en Madrid donde estuvo trabajando en Fox y haciendo un Máster de Guión de Globomedia, allí participó en series como: Águila Roja, Aída o El Barco. La crisis no se lo puso fácil y decidió dar un giro de guión mudandose a Londres, donde descubrió lo que hoy es su profesión: el storytelling.
La historia comenzó una tarde de enero en la capital británica, cuando acudió por casualidad a un espectáculo de storytelling autobiográfico. En ese momento todo lo anterior se reordenó para acabar surgiendo la chispa de lo que más adelante sería su proyecto: Big Bang, un club de storytellers no profesionales.
Nos da la sensación de que esta entrevista va a ser el inicio de muchas historias y de un sinfín de conocimientos. Comenzamos.
Planea2madrid: Con está introducción nos queda claro que lo que tu haces va más allá de un curso ¿Qué es para ti el Storytelling?
Pablo Laporte: Para mí es la herramienta de comunicación por excelencia. La cultura se ha transmitido siempre a través del relato. La religión, la mitología, las leyendas, las normas sociales se explicaban y se entendían utilizando las historias. Hoy sigue siendo exactamente igual. El relato es la forma en que entendemos, procesamos y explicamos el mundo.
Planea2Madrid: Ya vemos que las historias son para ti fundamentales. Hay una película, que si no la has visto te recomendamos: «Big Fish» de Tim Burton, y en ella su protagonista en un momento dado dice:
“Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias. Siguen viviendo cuando él ya no está. De esta forma, el hombre se hace inmortal.”
Imaginamos que estarás de acuerdo con esta afirmación ya que en tu proyecto el relato es la base de todo. ¿Es así?
PL: Estoy totalmente de acuerdo, cuando hablamos de un relato lo más importante es su semilla. Lo que convierte una anécdota en una historia es esa semilla. Con semilla quiero decir que toda historia tiene una tesis, una explicación del mundo, un punto de vista o una pregunta sin responder. La historia es precisamente el vehículo que lleva siglos transportando esa semilla y adaptándola a los nuevos tiempos para que la comprendamos mejor. La historia transporta la semilla, pero quienes contamos la historias somos nosotros, que sin darnos cuenta, y como dicen en Big Fish, nos acabamos convirtiendo en relatos andantes.
Silvia fué una de las storytellers de «Big Bang Story Club».
P2M: Es una idea muy interesante pero: ¿Cómo se te ocurrió?
PL: En mi etapa viviendo en Londres asistí una noche a un espectáculo de historias reales, breves y autobiográficas. Estas personas se subían al escenario sin más ambición que la de compartir una historia. No ganaban dinero con ello ni tenían por qué hacerlo. Me sorprendió muchísimo su valentía, el hecho de que subieran ahí y se expusieran, sin máscaras, a los juicios que de ellos podía hacer el público.
Fue una experiencia muy potente y muy real. En cuanto lo vi supe que estaba predestinado a formar parte de ello. Sin medios, solo con un escenario, un micrófono, un foco y una historia bien contada, el tiempo se paraba.

Algo dentro de mí se despertó, necesitaba formar parte de sus historias. Así que se me encendió una bombilla y me dije: ¿por qué no recrear este espectáculo en Madrid?
Aquella idea fue el pistoletazo de salida del proyecto. Me decidí a hacerlo, y además quería superar lo que había visto. Es cierto que había historias muy buenas, pero es igual de cierto que otras no lo eran tanto y otras, directamente, ni siquiera eran historias. Yo quería crear un espectáculo en el que todas las historias tuvieran un mínimo de calidad y me puse a pensar en como mejorar el método y montar un espectáculo de este tipo en Madrid.
Dentro de esa vuelta de tuerca que había que darle al espectáculo, mi pasado en el mundo del guión me podía ayudar mucho. Tras meditarlo bastante me di cuenta de que en el show que vi en Inglaterra, las personas subían al escenario en muchas ocasiones sin meditar lo que iban a decir. Algunas historias tenían ese alma o semilla, pero otras no.
P2M: ¿Cómo conseguiste subsanar ese pequeño punto débil del espectáculo anterior?
PL: Pensé que todo lo que sabía de guión y de narrativa podría ser algo que podía reciclar. Y así es como, previo al espectáculo, diseñé un curso donde poder ir creando y puliendo las historias de los narradores. Es un curso que trata de conectar personas a través de sus historias, y para eso es necesaria una preparación previa, pues no es un proceso sencillo.
P2M: Entonces ¿estamos ante un curso, un espectáculo, un taller o un show?
PL: Es un poco difícil de explicar (risas). Supongo que es todo eso a la vez y mucho más.
Es un todo. Yo no soy un profesor, ni tenemos pizarra ni quienes se apuntan son propiamente alumnos. Desde el primer día somos un equipo con un objetivo: crear juntos un espectáculo de storytelling potente y difícil de olvidar. Yo me ocupo de organizar y dirigir ese equipo.
César, un narrador de hace dos ediciones describió con gracia la experiencia como “una terapia de grupo en la que se cuentan historias”. Está inspirado, a su manera, en lo que se conoce como el espíritu de la hoguera.
Los participantes del curso, a los que vamos a llamar alumnos, tienen que seguir tres pautas muy simples: contar historias reales, autobiográficas y hacerlo en cinco minutos. A partir de ahí el tema es libre y siempre hay espacio para la experimentación, aunque yo pongo mucho el foco en que las historias estén bien estructuradas, tenga ritmo y transmitan las emociones que se intenta que transmitan. Además se practica la escucha activa, ya que cuando no cuentan su historia, los alumnos deben hacer un análisis y crítica del relato del resto de sus compañeros, lo que provoca unas conversaciones realmente interesantes.

P2M: Lo que nos dices nos recuerda a las pautas que siguen en un cuidado film de «Disney Pixar» ¿Cómo hacen los alumnos para qué sus historias emocionen?
PL: La verdad es que no siempre llegan en un primer momento a trasmitir todo lo que llevan dentro. Al principio cuentan anécdotas, porque no siempre es posible reunir el valor para poder contar un acontecimiento potente de su vida. Pero según van pasando las clases del curso se van soltando. A veces han contado relatos a modo de confesión, cosas que llevaban años guardando dentro, otras cuentan algo que llevaban tiempo queriendo contar, compartir o rememorar, y esto les da la oportunidad de hacerlo a lo grande.
Así, las historias son siempre distintas y ofrecen un espectáculo con gran variedad de estilos y géneros. Además, también se trata de vencer ese perpetuo miedo a hablar en público: después de contar una historia propia, seguramente la próxima vez que te subas a un escenario será más fácil.
P2M: Por lo tanto ¿siempre se cuentan historias reales?
PL: En el ADN de Big Bang: historias reales y autobiográficas. Como os comente anteriormente, el centro de la historia es quien la cuenta. Cuando llegan aquí los alumnos hacen algo más que escribir el guión de una historia. Hacen un viaje por las etapas de su vida buscando esa historia que contenga los elementos necesarios para ser universal.
Es de lo que más disfrutan las personas que acuden al curso, mientras dan forma a sus relatos reviven cosas y se dan cuenta de cómo han llegado a ser las personas que son hoy en día.
P2M: Por si nos dejamos algún fleco en el aire, nos vemos obligados a preguntar: ¿Por qué has llamado “Big Bang” a todo esto?
PL: El Big Bang fue el detonante del universo. Antes, sencillamente, no había nada, pero a partir de esa explosión comenzó la historia con mayúsculas. Del mismo modo, en los relatos hay siempre un detonante, un momento en que la historia comienza y se va poniendo interesante. El Big Bang es ese detonante.
P2M: Parece que poco a poco vamos introduciéndonos en el mundo del Storytelling. ¿Cuánto cuesta el curso y qué actividades hacéis en las clases?
PL: El curso cuesta 120 € y dura cinco semanas Incluye cuatro clases de 2 horas, un ensayo general y la muestra del espectáculo en un teatro, cuyo precio al público es de 10€.
Después de la muestra, para no perder la esencia del espectáculo que vi en Londres, dejamos un tiempo de micrófono abierto para que el público pueda dar rienda suelta a sus historias. De este modo, estos participantes anónimos, se dan cuenta de lo difícil que es la tarea de los narradores.

P2M: Este curso ¿es sólo para particulares o también se ofrece a universidades, empresas….?
PL: Es habitual que empresas, universidades e instituciones se interesen por el storytelling. Tenemos que tener en cuenta que en todos los niveles de la sociedad el elemento más importante de la comunicación es lo que cuentas y como lo cuentas.
El storytelling te puede ayudar para motivar a un grupo de alumnos, para presentar un proyecto en una empresa o para pedir un aumento a tu jefe (risas). Las historias marcan nuestro día a día. Esta semana comienzo un proyecto con el Teatro Real en el que, por ejemplo, vamos a usar historias autobiográficas para promocionar una ópera.
P2M: ¿Cuándo podremos ver a tus alumnos en acción?
PL: Precisamente este viernes 21/04/2017 a las 22:00 en el Sala Trovador (C/ San José 3, Metro Antón Martín) hacemos la muestra del curso que termina esta semana.
P2M: Ya para terminar nos gustaría que escogieras una canción que tenga algo que ver contigo y con las actividades de Storytelling que desarrolláis. ¿Nos puedes recomendar alguna?
Pl: Ya que Bob Dylan está tan de actualidad por su Premio Nobel de Literatura, voy a elegir “Hurricane«. Esta canción narra la historia de Rubin Carter, un boxeador acusado falsamente de asesinato cuya sentencia parecía estar relacionada con el color de su piel. Podía haber sido el campeón mundial pero en cambio se pasó, creo, catorce años en la cárcel hasta que le expulsaron. Durante todo ese tiempo Dylan se posicionó activamente a favor de su liberación. Hurricane cuenta el relato de lo que pasó.
Agradecemos a Pablo el tiempo que nos ha reservado para contarnos su magnífica historia.
Entre todo lo que hemos aprendido de él, lo que nos queda más claro es que las historias mueven el mundo y es más fácil comunicarse cuando tienes algo interesante que contar.
Estamos seguros de que el Big Bang de esta historia que os contamos hoy y que nos ha cautivado el alma, será la chispa que inicie los relatos de los que podremos disfrutar el próximo Viernes 21/04/2017 en la «Sala Trovador«(C/San José 3, Metro Antón Martín) a las 22:00 horas. Podéis comprar las entradas allí mismo unos minutos antes de la función.
También podéis seguir a Pablo Laporte y su «Big Bang Story Club» en sus redes: Facebook y Twitter, así como en su pagina Web.