Durante este último año y medio, desde que decidimos comenzar con la aventura de Planea2, nos hemos dado cuenta de que hay unos mitos ya establecidos sobre cómo somos los bloggers gastronómicos y qué hacemos.

Amigos, familia, compañeros de trabajo, nos preguntan una y otra vez las mismas preguntas. Desde luego que ser blogger es una pasada y lo disfrutamos a lo grande siempre, pero no siempre todo es de color de rosa. Todos los que nos dedicamos a esto nos hemos dado cuenta de que casi siempre nos pasan las mismas situaciones cómicas que no tienen nada, pero nada de cool.

Así que, con el objetivo de humanizar y sacarle un toque de humor a los términos: influencer, foodie, comidista…. ¡vamos, apasionado por la comida!, hemos juntado a otros 4 medios como el nuestro para desmitificarlos un poco y para contaros algunos de nuestros secretos mejor guardados.

¿Qué hacemos los bloggers gastronómicos en nuestro día a día? La respuesta a esta pregunta no es siempre tan sencilla como parece. Muchos de nuestros amigos se creen que nos dedicamos a ir a los restaurantes más de moda de Madrid, comer gratis, hacer cuatro fotos y encima cobrar por ello. ( ¿4 fotos? ¡Tenemos millones de USB con una cantidad ingente de material!).

Es cierto que los llamados medios gastronómicos, influencers, youtubers, bloggers, foodies… disfrutamos muchísimo de lo que hacemos ¡We love Madrid! Nos encanta descubrir los restaurantes nuevos de Madrid, hablar con sus dueños, degustar su propuesta gastronómica, grabar su local y hacer nuestros post.

Obviamente somos personas normales y tenemos (casi siempre) otro trabajo. Lo que conlleva tener poco tiempo. Además hay que ir a eventos, probar restaurantes nuevos, hacer fotos de lugares bonitos y reseñarlos… ¡No es tan cool ser blogger a veces! ¡Pero nos encanta!

Por eso hoy os vamos a contar los “5 motivos por los que ser influencer gastronómico en Madrid no es tan cool como parece”.

1. Montar un circo en el restaurante para hacer las fotos de la comida.

Normalmente cuando te preguntan ¿cuál es la parte menos cool de ser blogger?, lo primero que te viene a la cabeza es que vives pegado a un móvil y que siempre necesitas contenido nuevo. Siempre estamos sacando fotos de todo y, claro, en ocasiones hay que montar un circo, pero literalmente. Vas un sitio nuevo que normalmente no has visitado antes, no sabes qué decoración tiene el espacio, ni cómo emplatan. Pero mucho menos sabes lo más importante y terrorífico a la vez, ¡la iluminación que vas a encontrar! ¡Ese factor tan importante, que puede arruinarle el trabajo del día a cualquier blogger e instagramer! Que no haya buena luz es uno de esos factores escalofriantes: haces la foto a un plato, con móvil por ejemplo (no siempre llevas cámara), y ¡pixelazo! Todo oscuro, no quieres tirar de flash, no se ve nada, ¡¡ay Diosito que hago!!

Pues tienes dos opciones: liarte a flashazos (que es algo terrible) o buscar la iluminación con lamparitas o luces en el restaurante que iluminen más que una vela o con la bendita luz de apoyo. Sí, esa redondita que se engancha en el móvil, ¡et voilá! Tus fotos han mejorado considerablemente.

Y de pronto, miras hacia arriba, y ¡horror! todo el restaurante te está mirando. Ya saben que eres blogger o piensan que eres un mamarracho que hace fotos con lucecitas a los platos… ¡Tierra trágame! Has montado el circo, has alertado de tu presencia al resto de los comensales y eres el rarito de la noche. Pero tú tranquilo, mañana verán una preciosa foto en tu insta y siempre podrás consolarte con eso.

Luego hay otra opción, y es que haya mucha luz (que es igual de malo la verdad que si no hay apenas) ¿Cómo sales de esto? Pues a veces tienes que salir del restaurante, plato en mano y hacer la foto en la calle, que alguien te apoye con otra luz y… volver a montar el circo como el buen friki de la vida que eres.

Solo hay una opción buena para hacer fotografías de comida o foodie, la magnífica luz natural que unida a una agradable decoración te proporciona “EL FOTÓN” (esto a veces lo consigues montándote tu propio escenario con las cosas que encuentras por el restaurante). Imagina, llegas a un restaurante y ves a un par de tipos sin parar de hacer fotos, con lucecitas, montando escenarios, con el móvil o la cámara en la mesa… pues te ríes.

Para terminar solo haré un inciso sobre otra opción que también me gusta, donde el circo no para y la fiesta sigue, y es cuando vas con amigos y empiezas a decirles “Espera no comas”, “¿Puedes romper ese huevo que hago un boomerang?”, “¿Podrías sujetar eso y que se vea tu mano?”,” No habléis ahora que estoy haciendo un directo” ¡Os podéis imaginar! ¡Pero hay que querernos!

Mini post escrito por: Irene & Daniel de Madrid Es Cool.

2. Grabar un restaurante para un video de YouTube o un post y que se te pierda el material.

Como buenos YouTubers que somos siempre es un reto ir a grabar un nuevo restaurante o local y degustar su comida o probar sus actividades. Para ello es importante tener la cámara con batería, tarjetas de memoria con espacio libre, el micrófono preparado y el GPS listo con la dirección del restaurante y ¡en marcha!

Cuando llegas al sitio y pruebas los platos, las primeras impresiones siempre son las más certeras y reales. La cara que pones nada más darle un bocado a una hamburguesa de wayu, decidir qué salsa es tu favorita o cómo se te dan la vuelta a los ojos cuando pruebas ese postre con chocolate y guacamole, son imposibles de reproducir de la misma forma dos veces. Además la espontaneidad, los comentarios, las bromas que surgen mientras grabamos son irrepetibles e irremplazables.

Por eso lo menos “cool” que te puede pasar, y el gran drama para un youtuber gastronómico es…. ¡perder el material! Borrar sin darte cuenta esa tarjeta de memoria en la que tenías todo, que se te pierda en un viaje porque se ha caído de la funda, no encontrarla en la caja con las mil más que hay… ¡no podemos pensar en nada peor!

Y sí, nos ha pasado, y tenemos que reconocer que más de una vez. ¡Oh my God!

Minipost escrito por Belén y Duke de Improvisamos.

3. Que coincidan varios eventos gastronómicos el mismo día e ir corriendo por Madrid para intentar llegar a todos a la vez.

A veces, si tienes un blog o eres un medio de comunicación, tienes que hacer malabares con la agenda. En otras palabras, coinciden eventos y tienes que ir corriendo por Madrid como una persona loca. Todos sabéis lo difícil que es cuadrar agendas en Navidad. Pues cuando eres blogger, esto te pasa ¡siempre! #blogworldproblems

Siempre hay muchas cosas que hacer y planes, perdonad planazos, en Madrid, incluso entre semana (sobre todo entre semana). Pero ¿qué pasa cuando tienes 2 eventos o invitaciones (suele pasar)? ¿ó 3 (sigue siendo posible…ejem)? ¿ó 4 o más (sin comentarios) la misma tarde?

¡Ladies and Gentlemen! Bienvenidos a “Que coincidan varios eventos gastronómicos el mismo día e ir corriendo por Madrid para intentar llegar todos a la vez” (Nivel Blogger).

Suena divertido quizás, pero realmente no mola mucho. Al fin y al cabo, no quieres quedar mal con nadie, porque al aceptar una invitación, hay un cierto compromiso y profesionalismo y no es muy agradable llegar tarde, quedarte poco tiempo o parecer distraído todo el rato que estés allí.

Bueno, entonces has aceptado las invitaciones y preparado la tarde. ¡Genial! ¡Ahora a disfrutar! ¿No? Pero la realidad es que:

• Llegas tarde al primer evento. (Oh no, mal inicio)
• Intentas disfrutar de la comida y escuchar bien toda la información, pero realmente estás mirando el reloj para calcular mentalmente cuánto tiempo más te puedes quedar.
• Si salgo en 20 minutos…
• ¿Ya has reservado Cabify? Porque parece que no hay taxis disponibles… ¿Cómo puedo ir a Alcobendas en transporte público?
• Sólo llegaré unos 30 minutos tarde… ¿Quizás no notarán mi ausencia?
• ¡Tengo que ir volando! ¡Superman help!

En fin, quizás la gente piensa que es glamuroso ir a múltiples eventos en el mismo día, pero la realidad es que, no es muy agradable tener que ir corriendo entre eventos y no lograr disfrutar de ninguno.

Por eso, es importante planificar de manera realista de antemano cómo puedes cuadrar todo y mirar bien la hora, el orden, la ruta. ¡Google Maps ayuda mucho!

Minipost escrito por Betsy de La Guiri y la Gata.

4. Que se quede la comida fría por hacer fotos a los diferentes platos del restaurante.

Como buen medio digital que se precie, de buena mañana revisas la bandeja de entrada del e-mail de tu blog… spam, notas de prensa, a esto no puedo ir por trabajo, a esto… ¡Eh! ¡Una invitación a probar ese restaurante que tenías fichadísimo, ibas a ir sí o sí porque sabes que te va a encantar!

Así que confirmas asistencia y, por fin, llega el día. Y ahí estás, dispuesto a darlo todo con otros compañeros de medios online. Empieza la degustación y el espectáculo de sabores… más bien el espectáculo que damos para los otros clientes del restaurante haciendo fotos hasta de las servilletas, llevándonos los platos de comida de paseo en busca de la mejor luz para, efectivamente, hacerles la enésima foto, y otras mil cosas a cada cual más rara…

Y de pronto sirven, por fin, el plato que tenías en mente de tu fichadísmo restaurante. Lo tienes a la vista: salsa melosa y por encima crujientes y una carne que parece que vas a poder cortarla con el tenedor. ¡Uff, cómo huele! Empiezas a decir cosas como: este plato es más para disfrutarlo que para fotografiarlo. Sí, no es un argumento muy sólido, pero quieres catar esa maravilla antes de que… Peeero ya vuela por aquí y por allá, parece que vuelve, ¡pero no! Todavía hay más fotos…

¡Ahora sí! Ahora sí… que se ha quedado frío, la salsa sí que es sólida, los crujientes sí que se han reblandecido y la carne sí que está menos fresca que una lechuga. ¡Ohhhh! Pero eso sí, todos tenemos fotos fantásticas… Habrá que volver otro día con más calma.

Minipots escrito por Adrián de Microplán Madrid.

5. Ir al restaurante de moda en Madrid un Jueves a las 18:00 de la tarde a probar su comida, porque no tienes otra hora para poder ir.

Cómo bien sabéis, nos encanta enseñaros los restaurantes que están más de moda en Madrid y hacer entrevistas a sus dueños. Pero lógicamente estos restaurantes suelen estar llenos, así que ¿cuál es el momento en el que podemos hacer las mejores fotos y poder entrevistar a la cabeza visible del local?

Pues la mayoría de las veces, la hora adecuada para poder estar tranquilos con el dueño, tener el restaurante para nosotros y sacar fotos chulas es una hora en la que no siempre saldríamos a comer. A no ser que estemos en algún maravilloso país del Norte de Europa ¡claro!

Así que, recién salidos del trabajo, y a toda prisa para no llegar tarde, llegamos a ese sitio espectacular con el que tenemos reserva desde hace tiempo (básicamente planificamos nuestra agenda personal en función de nuestras citas bloggers jejeje). Llegamos, saludamos al entrevistado, sacamos nuestras preguntas, ponemos la grabadora a funcionar y ¡comenzamos!

Después de la entrevista hacemos unas fotos del local. Click, click, ¡esa no nos gusta!, hay que repetirla. Hacemos fotos de todos los detalles, dentro, fuera, de las mesas, los camareros… ¡el book completo! Terminamos de inmortalizar todo el restaurante y ¡por fin! llega la comida a la mesa. ¡Tiene una pinta buenísima! Pues vamos con las fotos de los platos. ¡One more time! Click, click….. ¡Ya está! ¡A comer y a disfrutar!

¡Un momento! ¿Por qué no tenemos hambre? Miramos el reloj y… ¡si amigos! Son las 18:00 de la tarde. ¡Bon appétit! Pero claro, ¡es que la comida está tan rica que no podemos resistirnos! Si algo hemos descubierto estos años es que da igual lo que hayas comido que siempre hay hueco para unas exquisitas croquetas de boletus, unas suaves alcachofas a la plancha o un risotto meloso de calabaza…mmmm…

Mini post escrito por Inés y Dani de Planea2 Madrid.

Esperamos que ahora entendáis un poquito más lo que significa ser un foodie y los  “Motivos por los que ser influencer gastronómico en Madrid, no es tan cool como parece”.

Aunque todo queda eclipsado mientras disfrutamos de lo lindo comiéndonos Madrid, conociendo las historias de los emprendedores que hay detrás de los restaurantes, o los diferentes espacios y posibilidades de ocio que nos brinda esta maravillosa ciudad.

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También queremos dar las gracias a los diferentes medios que han participado con nosotros en esta ocasión desarrollando cada uno de los motivos:

• Montar un circo en el restaurante para hacer las fotos de la comida.

Irene & Daniel de Madrid Es Cool. Podéis seguirles en sus redes: Instagram, Facebook y Twitter.

• Grabar un restaurante para un video de YouTube o un post y que se te pierda el material.

Belén & Duke de Improvisamos. Podéis seguirles en su canal de su Canal de YouTube así como sus redes: Instagram, Facebook y Twitter. También os dejamos la entrevista que les hicimos.

• Que coincidan varios eventos gastronómicos, de más de un restaurante el mismo día e ir corriendo por Madrid para intentar llegar a los mismos.

Betsy de La guiri y la gata. Podéis seguirla en sus redes: Instagram, Facebook y Twitter.

• Que se quede la comida fría por hacer fotos a los diferentes platos del restaurante.

Adrián de Microplán Madrid. Podéis seguirle en sus redes: Instagram, Facebook y Twitter.

• Ir al restaurante de moda en Madrid un Jueves a las 18:00 de la tarde a probar su comida, porque no tienes otra hora para poder ir.

Inés y Dani de Planea2 Madrid. Podéis seguirnos aquí mismo y en nuestras redes: Instagram, Facebook y Twitter.

¡Ha sido un honor para nosotros comandar el barco de esta colaboración tan divertida y especial! ¡Mil gracias a todos los que nos habéis ayudado!

¡Y recordad compartidla en vuestras redes si os ha gustado y comentar vuestras impresiones!